Little Nightmares; el éxito del terror más plataformero

Cuando hablamos de aquellos videojuegos que abarcan el género del terror, lo primero que nos suele venir a la cabeza son nombres tan icónicos como Silent Hill, Resident Evil, Outlast, The Evil Within o Amnesia entre otros. Siendo un género más bien de nicho, hay que reconocer que el paso de los años le ha sentado muy muy bien. Cada vez más usuarios dan el paso a embarcarse en estas experiencias, habiendo también otras propuestas muy diversas para todo tipo de jugadores. Sin embargo, si hay algo que aún no habíamos visto a estos niveles, es lo que ha logrado Little Nightmares.

Tarsier Studios, de la mano de Bandai Namco, ha sabido dar forma a un universo de pesadilla y enfrascarlo en un estilo poco común. Con los plataformas, estamos acostumbrados a ver paisajes coloridos, una jugabilidad más dinámica y ágil, así como historias que suelen huir del terror más oscuro. Pues bien, Tarsier Studios ha hecho todo lo contrario, dando vida a un mundo terrorífico, lleno de peligros y con un personaje que puede poco menos que tratar de sobrevivir huyendo de los seres que lo habitan. En este especial de halloween, repasamos la obra de Tarsier Studios y el camino de Six y Mono, ¡prepárate para correr!

Little Nightmares y su imponente apartado artístico

Little Nightmares es especial por muchas cosas, pero sin duda una de las más sobresalientes es su apartado visual. Tanto en su primera parte como en su secuela, Tarsier Studios ha dotado a su plataformas de una atmósfera sobrecogedora. Recuerdo que cuando jugué al primer juego, lo hice por primera vez de día, con el sol bañando mis paredes y sin un ápice de inquietud sobre lo que pudiera encontrarme en pantalla. Al poco de empezar, uno se da cuenta de que realmente, esto no es un juego para niños, ni cabe el más mínimo detalle amigable hacia el jugador. Jugarlo de noche, a oscuras y con auriculares es lo que lo convierte en una experiencia realmente terrorífica.

Ambos títulos son muy similares, siendo el segundo una excelente continuación de lo que ya vemos en la primera aventura de Six. Ya en los primeros compases, se aprecian esos escenarios oscuros, con una paleta de colores apagados, y una iluminación que apenas deja algún destello lo suficientemente fuerte como para restarle inmersión a la experiencia. Dicho sea de paso, los entornos son algo más variados en su segunda parte que en la primera, aunque tampoco es un problema. Es una cuestión puramente de guión, y la verdad, tampoco afecta en nada.

Little Nightmares y su secuela son al fin y al cabo muy «oscuros», en sentido literal y también metafórico. El hedor a muerte y el miedo a cada paso que damos es perfectamente respirable, y nunca se intuye cual será el siguiente peligro. Realmente vamos a ciegas, como aquellas puertas que cruzábamos en los primeros Resident Evil, sin saber qué habría detrás. Este es al fin y al cabo un juego de terror, y a nivel de escenarios, la atmósfera no puede estar más conseguida.

Little Nightmares apuesta por los puzles y unos enemigos espeluznantes

He comentado anteriormente cómo la puesta en escena y el apartado artístico atrapa al jugador cuando inicia su andadura en Little Nightmares (ya sea el I o el II). Pero como suelo decir siempre, un juego se gana el derecho de considerarse tal por ser divertido y dar al usuario un rol activo con el mismo (salvo excepciones). Ahí, Tarsier ha sabido dotar a su obra del equilibrio justo para que la experiencia sea lo suficientemente atractiva, uniendo el desplazamiento lateral y sus plataformas con algunos puzles y alguna que otra sorpresa.

En realidad, el título va presentando diferentes pantallas consecutivas una tras otra, de forma que el jugador va pasando de un escenario a otro de forma natural, sin tiempos de carga. En ciertos puntos tendremos que completar los puzles ya mencionados, y aunque no son demasiado difíciles, cumplen sobradamente su labor para dar un toque distintivo. Puede que necesites una llave que cuelga en lo más alto de una estantería, o tengas que hacer caer cierto objeto para provocar otra situación completamente nueva. Al final, la interacción con el entorno es fundamental, e incluso las físicas con aquellos objetos menos relevantes denotan la calidad y empeño puestos en estos videojuegos.

Por su parte, hay que decir que los enemigos son geniales, cumpliendo su rol de «jefes finales» por así decirlo. Six, nuestra diminuta protagonista, nos hace sentir especialmente vulnerables, una sensación que nos acompañará durante ambas aventuras. Y debido a esto, generalmente nos limitaremos a esquivar y escapar de dichos enemigos, pues derrotarlos no estará a nuestro alcance. Aprovechar cualquier recoveco o distraerlos con algún elemento del escenario será nuestra principal baza para sobrevivir y seguir adelante. En algunos casos tendremos que limitarnos a huir, y esos momentos de tensión son de lo mejor que ofrece el videojuego.

La historia de Six y Mono

El enigmático personaje de Six es ya muy conocido en el mundillo de los videojuegos. Por derecho propio, esta niña de aproximadamente 9 años se ha ganado un hueco entre los fans del género plataformas, así como de los amantes del terror. Sus características hacen que el jugador se sienta especialmente vulnerable a lo largo de la aventura, pero no por ello se dejará atrapar. Ataviada con su característico impermeable amarillo, Six tratará de sobrevivir a los peligros de este mundo de pesadilla, enfrentando a aquellos monstruos que buscan destruirla.

Con un mechero como única herramienta de defensa, en Little Nightmares I, Six se despierta en las profundidades de Las Fauces. Sola y hambrienta, deberá ponerse en marcha cuanto antes para escapar de su pesadilla. A medida que avanza, se dará cuenta de que no es la única víctima, pues hay otros que han sufrido el mismo destino. En su secuela, Six vuelve a despertar en un lugar desconocido, y si bien ha visto infinidad de barbaridades hasta el momento, su rescate parece haber sido una mera ilusión.

Como principal novedad, esta vez Six tendrá la oportunidad de contar con un acompañante de viaje pero… ¿confiará su vida a Mono? Este nuevo protagonista podrá enfrentarse a nuevos peligros y enemigos con la ayuda de Six. Se trata de un niño cuyo rostro se esconde bajo una bolsa de papel con dos orificios para sus ojos. Pese a su gabardina, y al igual que Six, lleva sus pies y manos desnudas. El mensaje de Little Nightmares II también es de lo más potente, sirviendo esta bolsa que lleva Mono en la cabeza como un elemento de defensa frente al odio y el miedo que genera el mundo que le rodea.

Como curiosidad, os diré que Mono es el primer protagonista de la saga que habla, además de mostrar una mayor compasión en según qué situaciones. Por su parte, Six es más fría, y es el único personaje que aparece en todas las entregas, incluido Very Little Nightmares, el juego de móviles diseñado para IOS y Android.

Un universo muy accesible y divertido

El género del terror siempre ha sido muy llamativo, con grandes sagas que dieron lugar a un público minoritario pero muy fiel. Los clásicos Silent Hill o Resident Evil monopolizaron buena parte del protagonismo en su momento, y a día de hoy siguen muy presentes. Aun teniendo un público de nicho, han sabido expandirse y llegar a más jugadores. Y pese a eso, cuesta encontrar propuestas realmente originales y diferentes. Sobre todo para esa gente indecisa, que no acaba de dar el paso para iniciarse en dicho género.

Little Nightmares adapta ese terror a las plataformas, y consigue darle otra vuelta al terror más clásico de los videojuegos. Su primera y segunda entrega, así como la versión para móviles, son propuestas fantásticas para disfrutar de una experiencia de terror que no exige demasiado. Bien es cierto que la dificultad no es demasiado elevada, y sus puzles son relativamente sencillos, pero a cambio resulta muy satisfactorio controlar a Six o a Mono e ir interactuando con el escenario. A ello se une un apartado sonoro genial, que sumerge al jugador desde el primer minuto, logrando crear esa sensación de tensión a cada paso.

Lo que ofrece esta saga es más que suficiente, pero dicho esto, hay que contar con una duración reducida de sus campañas. Por suerte, tanto Little Nightmares como su secuela ofrecen expansiones que ayudan a desarrollar aún más sus recorridos. Con el tiempo sus precios han bajado, e incluso puede adquirirse tanto la Complete Edition del primero como la Deluxe Edition del segundo. Si quieres pasar un Halloween de miedo visitando las peores pesadillas de Mono y Six, esta es una buena oportunidad.

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He viajado a mundos que jamás creeríais, acabado con enemigos que escapan a todo misticismo. He sentido mi pulso acelerarse con cada batalla, y el suspiro de quien sabe que tendrá que volver a levantarse. Siempre hay un villano esperando y una aventura a la vuelta de la esquina.

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